Nuestros diseñadores se inspiraron en el mítico chicle creado por Cadbury Adams en 1983.
Es un sillón ideal tanto para el sector contract, por su neutralidad y atemporalidad —que se funde con el discurso de cualquier marca— como para el hogar, dándole ese gloss estético a cualquier espacio. Este sillón te traera recuerdos de míticas pelis de los 80s y 90s, que con esa capacidad de absorción que tenía la creatividad pre-telefónica y pre-internet cautivaron a miles de jóvenes españoles que empezaban a soñar con tener aquello que veían en las películas como Regreso Al Futuro, Los Goonies o Space Jam.

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